En cinco meses mi mundo volvió a ponerse patas para arriba.
Cinco, cinco fueron los meses desde la ultima vez que hice una introspección interna que sea lo suficientemente profunda como para encontrarme nuevamente frente frente ante una pagina en blanco.
En estos cinco meses descubrí, el porque estaba tan mal, el porque ya había dejado de reír.
Me estaba haciendo cargo de cosas que no eran mías, de inseguridades que no me correspondían si no que eran el reflejo de lo que proyectaban en mi.
Me escondía en mi rutina, para no enfrentar la cantidad de tuercas sueltas que tenia el puente por donde paseaba mi estabilidad mental y emocional.
Me iba muy bien, en mi escape.
Ignorando el por qué hacia ciertas cosas, el por qué estaba con ciertas personas y por qué no hacia otras sabiendo que después me iba a arrepentir.. Había muchos por qué persiguiéndome, asechando y esperando el momento preciso en el que bajara la guardia, pero es que... yo estaba bien.
Me convencía de eso, me refugiaba en cerveza, en bares, en amigos que no eran otra cosa mas que piedras profundas a las que yo me aferraba y con las que me hundía cada vez más y más.
Hoy solté parte de las piedras, me siento un poco mas liviana.
Pero no lo suficiente.
1 comentario:
Hay procesos que no tardan mucho, otros requieren más tiempo, cómo saberlo? tan solo de esa forma, dándote cuenta de tus cambios, pero es el camino correcto. Bien por ti Meli.
Dulces besos y que estés muy bien.
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