sábado, 2 de mayo de 2020

Momento

Este es el momento.
Cuando el mundo esta parado, cuando no hay mucho por hacer. Cuando nuestra compañía día a día no es nadie mas ni menos que nosotros mismos.
Es el momento.
Cuando ya nuestra propia mente no para, cuando no tenemos nada con que entretenerla para callarla. Cuando no tenemos nada ni a nadie para tapar el vacío que se generó en nuestra propia existencia.
Es el momento.
Para tratar de escucharnos, de darnos la oportunidad de trabajar en nosotros mismos todo eso que nos angustia, todo aquello que nos enoja, todo lo que nos hace sentir fuera de lugar.
Para darnos un respiro, de todas esas auto-exigencias que nos cargamos día a día. 
Para dejar, por un segundo, de ser nuestros propios destructores.

Sin nada con lo que entretener nuestra mente, esa cajita de pandora que tanto esfuerzo estábamos haciendo por ignorar, empieza a salir a la luz. Fragmento por fragmento, se hacen visibles para que los afrontes. Y es eso, lo que hace tan bueno a este encierro, como destructivo.
Todo depende de como afrontamos cada golpe.
Todo depende de qué es lo que queremos para nosotros. A donde queremos llegar como personas, y lo dispuestos que estamos de hacer sacrificios en el camino. Sacrificios para poder salir de esa zona de confort que tan cómodos nos tiene, pero que aun así pende de un hilo.


Supongo que es este encierro obligatorio, lo que me hace replantearme cosas día a día.
Supongo que no me quedo de otra, el enfrentar mis miedos y darme cuenta de mis errores.
Pero la realidad es que no soy la misma persona que arranco esta cuarentena.
Hoy puedo decir que me quiero un poco mas, que me amigue conmigo misma.
Hoy puedo decir que ya no le tengo miedo a la soledad, ya no tengo miedo a estar sola con mis inseguridades.
Esas inseguridades que tan grandes veía.
Pero que al final no era mas que yo auto-boicoteandome, como siempre.
Hoy puedo decir, que me basto yo.

El mañana es un misterio para mi.
Pero hoy puedo decir que no le tengo miedo.

3 comentarios:

Ernesto. dijo...

Neuquén! El nombre de un pueblo que puede leerse igual al revés. Y que cierto escritor español con grandes inquietudes "espirituales", basó unas vivencias habidas mucho tiempo atrás en un libro. Libro y autor que en cierta etapa de mi vida, resultó fundamental. Hoy, transcurridos más de 25 años, olvidado el nombre del autor y su obra.

Buen día Meli.

Los últimos párrafos de tu texto, "Supongo que es este encierro obligatorio..." - "...hoy puedo decir que no le tengo miedo.", denotan una profunda reflexión sobre ti misma. Un encuentro. Y una aceptación consciente.

"¡Hoy puedo decir, que me basto yo!"

Es un placer leer textos sopesados, enfrentados con uno mismo, y libres.

Un abrazo.

DUlCE dijo...

No hay mal que por bien no venga, suelen decir, y saber gestionar los momentos adversos es una buena actitud ante la vida y si lo has logrado en un paso adelante. Aún te queda mucho por recorrer y seguirás mejorando con esa buena actitud. Nunca se termina de aprender.

Dulces besos Meli y dulce fin de semana.

AlmaBaires dijo...

El tiempo es uno de los mejores regalos que alguien puede dedicarte; imagínate cuánto mejor es cuando te lo regalas a vos misma y nada más ni menos que para conocerte! Quien se conoce a sí mismo, fortalezas y fragilidades, puede cambiarlas y, sobre todo, aceptarlas y quererse... un recorrido que has iniciado y que no terminarás jamás.

Un beso.