sábado, 24 de marzo de 2018

Anhelo

Recostada en su sillón negro, envuelta en una cálida manta, observa las gotas que recorren la ventana, impacto tras impacto reflejan el mismo panorama. 
Mientras que sus manos se calientan con esa humeante taza que sostiene, lentamente con un suspiro se encamina hacia ese hilo de pensamiento que su mente tanta resistencia le tiene.
Un pequeño gemido se escapa de su boca, una mezcla de angustia, tristeza y derrota,
pero como de costumbre, el único resultado que convoca, es el de la misma soledad riéndose como loca.
Cierra los ojos lentamente, tratando de imaginar aquello a lo que tanto anhelo le tiene.
Alguna mirada sugerente, algún roce persistente, la cálida aura de un abrazo por la mañana, el eco de algún ruido escurriéndose por la casa, la simple presencia de algún alma, que busque como ella el perderse en la nada.
Entregarse al ritmo intenso de los sentimientos, del vivirlo aunque sea solo por unos momentos, la entrega completa a los seductores segundos, para ellos que solo buscan un susurro. 
En donde abunde la confianza, el respeto y la esperanza.
De que aunque allá afuera el mundo se este cayendo a pedazos, siempre tendrán ese pequeño  espacio, en donde poder olvidar juntos en sus propios brazos.


1 comentario:

DUlCE dijo...

Todos necesitamos ese espacio, ese refugio donde sentirnos a salvo de todo y de todos cuando es necesario.

Dulces besos Meli y dulce fin de semana.